Reformas cuartos de baño. instalación de griferías y sanitarios - Madrid Ciudad
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Encimeras y Lavamanos
Antes de decidirte por una encimera ten en cuenta que debe soportar la humedad y el contacto con el agua, y ser fácil de mantener. Si el baño te lo permite, planifícala cuanto más amplia mejor. Para albergar dos lavamanos, se recomienda una encimera de unos 180 cm.
El mármol resiste bien la humedad, lo mismo que la madera tratada. Para una nota rústica, una encimera de obra revestida con azulejos.
Por otro lado, los materiales sintéticos se imponen en el baño por su resistencia. Los más atrevidos pueden optar por el acero o el cristal al ácido.
En cuanto a los lavamanos, su integración en la encimera los hace casi desaparecer. Su fondo se disimula con un faldón.
Los de sobremesa descansan sobre la encimera y los nuevos diseños destacan por sus formas ovoidales
Elegir la mampara
Evitan las salpicaduras y potencian la luz en el baño, sean de cristal o acrílicas, lo más importante es asegurar que cierren de forma estanca y queden integradas en la decoración. Las mamparas de cristal se fabrican con paneles securizados que, en caso de rotura, se descomponen en pedazos pequeños. Su grosor oscila entre 4 y 10 mm y si incorporan paneles autolimpiables son menos sensibles a la cal.
Las acrílicas resultan más económicas y ligeras y su mantenimiento es más sencillo ya que las manchas de cal no son tan visibles. Sin embargo, duran menos y pueden rayarse.
En cuanto a las aperturas, las mamparas correderas son ideales en pocos metros al no necesitar ángulo de apertura. Su riel eleva la altura de la ducha; mientras que las practicables necesitan de 90 a 180º para abrirlas. Las plegables, por su lado, se recogen como un biombo.
Revestir las paredes
El gres, ya sea esmaltado o porcelánico, sigue siendo el material estrella para revestir el baño, por sus múltiples acabados y su fácil mantenimiento, junto con otros clásicos como el mármol o la piedra. Ten en cuenta que en la zona de aguas las baldosas deben estar a unos 220 cm del suelo. Una apuesta original es dejar una pared de obra vista o de piedra previamente sellada.
También hay otros materiales, como la pintura o el papel pintado, que se están imponiendo poco a poco.
La pintura tiene como ventaja su abanico de colores y de técnicas decorativas. Mejor resérvala para las zonas menos expuestas al agua y opta por esmaltes sintéticos.
El papel más resistente es el vinílico, de tacto grueso y plastificado. La cola también es específica para este tipo de papel.
Suelos decorativos
Coordinar varios materiales en el suelo es un buen recurso para delimitar zonas en el baño. Y, además, saca partido a las características naturales de cada tipo de pavimento. Reserva el más resistente para la zona de aguas, y el más decorativo para la de tocador.
Así, la madera es la nota cálida por excelencia en el baño y está cada vez más preparada contra el efecto del agua con tratamientos impermeabilizantes.
También se ha ido generalizando la aplicación de cemento, pues es fácil de colocar y ofrece una amplia carta de colores y acabados que encajan en cualquier estilo.
Lo último son los pavimentos plásticos, como los laminados o los vinílicos, que constituyen una opción económica y novedosa, así como La lámina porcelánica Lammax que se coloca sin juntas y también es apta para paredes y encimera.
